Lagastrored.es

Queso de cabra en aceite provenzal

Queso de cabra en aceite provenzal

Esta es una de esas recetas agradecidas de verdad. Se utilizan ingredientes que todos podemos conseguir con facilidad , eso sí, si son de calidad, la receta da un salto a lo sublime, y la verdad, no se necesita ser un Arzak para que te salga bien. Botes de cristal, una semana de espera y un ratito de horno, lo justo para tener un aperitivo de esos que repites y repites porque con un mínimo esfuerzo se consigue un resultado espectacular.

A menudo cuando tenemos invitados a comer en casa nos devanamos los sesos para saber qué podemos poner en nuestra mesa que nos permita, tanto disfrutar de la compañía sin tener que estar en la cocina absolutamente agobiados para que todo salga en su punto, como por servir algo original y sabroso que recuerden mucho tiempo.

Si conseguimos unas buenas hierbas aromáticas frescas, un queso de cabra grande, firme y de buena calidad y unos tomates en aceite de oliva que sean carnosos, es imposible que esta receta os salga mal. Además para mí tiene tres ventajas: una que se puede servir directamente en los botes, lo que la hace cómoda y divertida, dos, que tiene ese toque rústico que cada día me gusta más lucir en mi mesa y tres, que se puede hacer a ojo y admite variaciones de muchos tipos manteniendo siempre la calificación de éxito.

Para 4 botes de nuestro queso de cabra en aceite provenzal, vamos a preparar:

  • Queso de cabra.
  • Unos 60 grs de tomates secados al sol en aceite de oliva.
  • Unos granos de pimienta negra.
  • Un par de dientes de ajo en láminas por cada bote.
  • 4 hojas de laurel.
  • 4 ramitas de romero.
  • 4 ramitas de tomillo.
  • 4 ramitas de lavanda, seca o fresca.
  • Aceite de oliva.

Preparación:

Repartimos equitativamente los ingredientes en los cuatro frascos de cristal y cubrimos con aceite de oliva. Si el queso es grande, lo cortamos en trozos grandotes pero que te quepan bien en el frasco.
Cerramos bien nuestros frascos y llevamos al frigorífico por espacio de una semana.
Cuando haya transcurrido ese tiempo y los vayamos a servir, precalentamos nuestro horno a 120º y colocamos nuestros botes en una fuente de horno con un par de dedos de agua y lo introducimos en el horno en nuestro baño maría por espacio de 30 minutos.

El queso debe calentarse y adquirir una textura ligeramente blanda y fácil de untar.

Poniendo en el centro de la mesa pan sin gluten, en este caso Ciabattine de Schär, y pan normal, ambos bien tostaditos y, teniendo la precaución de repartir frascos para evitar la contaminación cruzada, todos podemos disfrutar de un aperitivo delicioso sin tener que recurrir a los entrantes repetitivos y sin demasiada originalidad a los que se ven sometidos los celíacos en la mayoría de ocasiones en las que tienen que salir a comer fuera.

Podéis darle una vuelta y cambiar el queso de cabra por uno curado o un camembert, totalmente diferente pero igual de rico.

Edito: El aceite sobrante de nuestra “conserva” no se tira bajo ningún concepto. Es absolutamente perfecto y delicioso para aliñar ensaladas dándoles un toque cargado de sabor.

Besitos y feliz semana.